- Un vaso y cucharas de plástico.
- Disolución de sal común (una cucharada en un tazón de agua).
- Disolución de lavavajillas al 25%.
- Alcohol de 96º muy frío.
- Tubo de ensayo.
- Varilla fina de vidrio.
PROCESOS:
- Vertemos una cucharada de agua en un vaso.
- Nos enjuagamos con el agua la boca durante medio minuto y la devolvemos al vaso.
- Añadimos una cucharada sopera de solución de sal y otra de solución de lavavajillas. Lo mezclamos todo y vertemos la mezcla en el tubo.
- Con el tubo inclinado dejamos resbalar por su pared, con cuidado, una cucharada de alcohol muy frío que debe quedarse flotando sobre sobre la solución acuosa.
- Dejamos el tubo en total reposo durante unos minutos hasta que aparezcan unas burbujitas en la superficie que separa los dos líquidos.
- Sumergimos la varilla hasta que roce el límite entre las dos capas y la hacemos girar, siempre en la misma dirección y sin rozar las paredes del tubo, para recoger las hebras del ADN.
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